Sobre observacionismo
no podía contar cuantos habían, pero eso sí, vi a muchos disfrazados
escapando de su desnudes.
Los veía y yo a la vez, me incorporaba en su ir y venir.
Una vez más, salgo a las calles de chicago y existo nuevamente porque cuando
estoy en ese apartamento que le llaman casa, la calle y su gente sigue ahí,
sin previo aviso de las observaciones de este servidor.
Pero no es el hecho de salir y ver a las personas en su ir y venir, es en
si, como me siento cuando lo hago, cuando los veo y cuando me introduzco en
ellos.
Hoy por ejemplo vi a Jesús caído por primera vez, este Jesús cegatón cayo
estrellándose contra el pavimento entre la milwakee avenue con Damen y
north. Ahí mismo en esa yuxtaposición de tres calles, se golpeo la frente
abriéndosela y soltando lo que será, la sangre de Cristo. lo mas irónico de
esto es que aquel mesías callejero no pudo ver como cayo, porque cayo y
quienes le ayudaron a levantarse y tampoco conoce el color de su sangre, que
es de suponer es roja, pero para un ciego el color rojo, puede ser un
numero, o puede ser un sabor o una forma.
Abandone aquella escena y comprendí que observar va mas allá de el simple
hecho de mirar, de hecho aquel no era Jesús, pero eso fue lo que quise
observar.
La observación tiene tanto poder en nuestro interior y las "cosas" como
nosotros las llamamos, dejan de serlo para mi, cuando se transforman en
elementos que reúnen sentimientos y percepciones.
Todo lo que observo tiene para mí un alto contenido simbólico, el Jesús
ciego que cayo por primera vez, es simbólicamente una persona entre tantas
que existen y que tienen su ir y venir y que por algún motivo, en un momento
de sus efímeras vida, aquella, le quito o le agrego un escalón donde no
debería de haberlo hecho. Sufrió? lloro?
Y porque observar?
nosotros tenemos esa capacidad de ver, de identificar los objetos, los
colores y todo aquellos que sea visible y también tenemos la mega capacidad
de ignorar lo que tenemos en frente de nosotros que no queremos ver, ya sea
por miedo, por asco o porque el fantasma del pasado nos brinda memorias que
no queremos extraer del túnel del olvido. A eso, le volteamos la cabeza y
aquello dejado atrás dejo de existir. Lo que uno no ve, no existe.
Pero si somos capaces de ver, seremos capaces de condensar todo aquello que
estamos observando?
seremos capaces de introducirnos en esa vivencia que acabamos de contemplar?
el mundo está lleno de patrones que estimulan nuestros sentidos,
especialmente el de la vista.
Pero lo más interesante de aquello es que nosotros no nos atrevemos a
estimularnos con las cosas que podemos sentir.
CATASTROFE Y CAOS DETRAS DE UNA CONSTELACION (elementos escritos
observacioncitas)
En la pasada y efímera tarde
me detuve un par de segundos y me pare en un punto de la existencia
Y había un cielo que sabía a un color que olía azul.
Un terciopelo húmedo tocaba mi cara y rozaba la ultima parte de mis
parpados; el viento.
Su voz como cantico de ópera, su sabor tropical y su olor invernal, todo
aquello existía en aquel espacio donde me situé.
El terciopelo se desvaneció y dejo como huella unas delicadas y
transparentes constelaciones que le iban cambiando de color a mi tacto y mi
aroma azulado.
Ceso aquel sonido aquel sonido y aparecieron frente a mis ojos cincuenta y
dos rostros diferentes y entro ellos, cuarenta y dos diferentes sonidos.
Mis manos se volvían cada vez mas frías y de pronto en aquel punto de mi
existencia observe a una ambulancia con luces azules pasar frente a mí.
Espejos ciegos
somos espejos que hablan pero no escuchan y tampoco ven.
Observo al ignorado arrodillado en una iglesia
observo al loco sentado en un sitio donde la realidad es más transparente
del mundo exterior.
Salto hacia el vacio y mis extremidades desaparecen porque tenían sed.
no hay sangre ni asesinatos, no hay cuchillos ni psicópatas. Estoy solo
cargando el peso vertical de la realidad.
Todo es tan inmensamente pequeño que puedo ver el mundo girar en la uña de
mi dedo pulgar.
Observo la sonrisa de un niño hambriento por reír
de un condenado a muerte por vivir
observo los latigazos de un hombre que castiga su cobardía con el
sufrimiento de otros
observo las bombas cayendo de un lado a otro por ellos no sentarse y
admitir que son humanos
y veo al que tira esta página a la basura porque no quiso ser mas verdad.
Y digo que todo es tan inmensamente pequeño que hasta puedo ver girar el
mundo en la pupila de mis ojos.
ALEJANDRO RIVERA ORTIZ
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